La motivación laboral es un tema recurrente que como empresario me ha tocado asumir con mucha responsabilidad; no sólo por ser la figura del líder para quienes me acompañan laboralmente, sino porque conseguir el engranaje con mi equipo de trabajo me ha permitido influir positivamente en mis equipos de trabajo.
De primera mano, puedo señalar que he logrado en ellos, la capacidad de motivarse individualmente, apoyándolos en diferentes ámbitos.
Durante mi desarrollo empresarial he estado en relación con distintas metodologías, pero una de la más efectivas ha sido la creación de un ambiente libre, donde la comunicación sea fluida; esto se puede lograr, por ejemplo, estableciendo reuniones periódicas con el personal, en las cuales se compartan problemas, experiencias y conocimientos de manera que se logre un crecimiento personal, profesional y empresarial.
Este esquema de comunicación y participación directa, que les planteo, busca incentivar la participación del grupo entero en la toma de decisiones relacionadas a su trabajo. Es imperioso que ellos se vean involucrados.
Por otra parte, debemos velar por nuestro personal y hacerlos sentir que su contribución es importante para la organización. Los incentivos salariales y apreciar el trabajo de los trabajadores con un salario acorde a sus funciones es fundamental; sentirse a gusto con la empresa es una necesidad. Como jefe de equipos he incorporado en mis relaciones laboralres el respeto por estricto por las jornadas laborales, pagar las horas extra –cuando sean laboradas- y respetar días libres de acuerdo al plan de trabajo desarrollado.
La satisfacción laboral del trabajador está marcada por muchas situaciones, una de ellas es la motivación laboral, a la consecución de objetivos inmediatos y también a largo plazo, que logren darle apalancamiento a cada, para seguir esforzándose.
La empresa y los ambientes laborales, comprenden un sinfín de situaciones que deben ser calibradas, siempre pensadas y en ningún momento deben quedar al azar.